Viajamos a Jerez de la Frontera, la esencia del sur
Si hace unos días nos acercábamos en una escapada a Sanlúcar de Barrameda, hoy volvemos a la provincia de Cádiz para visitar Jerez de la Frontera, la esencia del sur.La Feria del Caballo y la celebración de Vinoble, la feria de los vinos de jerez, pueden ser las excusas perfectas para acercarse a conocer esta ciudad única, cuna del flamenco y de uno de los vinos más famosos del mundo.

Feria del Caballo
Aquí se puede hablar sin duda de universo jerezano. Un universo plagado de atractivos sin competencia condensados en esta pequeña ciudad a través de su genuino arte flamenco, sus caballos cartujanos, protagonistas de uno de los mejores espectáculos ecuestres del mundo, su zona monumental (declarada conjunto histórico-artístico), su gastronomía y, por supuesto, sus afamados vinos.

Catedral de Jerez
Al visitar Jerez de la Frontera no podemos pasar sin acudir al Conjunto Monumental del Alcázar de Jérez y Cámara Oscura que alberga una mezquita, el patio de armas, los jardines, unos baños árabes, el patio de San Fernando y el Palacio de Villavicencio.

Alcázar
En el casco histórico destacan las casas-palacio como el Palacio Domecq y la Casa de Pérez Luna, ambas de finales del siglo XVIII, y la Iglesia Catedral de San Salvador, levantada sobre la primitiva Mezquita Mayor de Jerez, así como la Cartuja de Santa María de la Defensión del siglo XV, declarado monumento histórico-artístico. De la Cartuja destacan su portada y la Capilla de Santa María de estilo renacentista, obra de Andrés de Ribera.

Fortaleza
Tampoco hay que perderse la visita a la Real Escuela Andaluza de Arte Ecuestre donde se representa el espectáculo “Cómo bailan los caballos andaluces”, de fama mundial. Ya ni decir tiene el espectáculo que se puede disfrutar si nuestra visita coincide con la Feria del Caballo, repleto de pruebas y actividades hípicas como el torneo de polo.

El Palacio de Abrantes, conocido como Recreo de las Cadenas, sede de la Real Escuela Andaluza del Arte Ecuestre.
Y nada mejor que rematar el día con un espectáculo flamenco, un arte fundido con la historia de esta ciudad que ha visto nacer a grandes artistas, como José Mercé.
Los vinos de Jerez
Jerez es también mundialmente conocido por su vino, el Jerez, aunque mejor deberíamos hablar de vinos generosos, que tienen su cita anual en el marco de Vinoble. Su clima, de tipo meridional con una importante influencia del Océano Atlántico, su ubicación geográfica y sobre todo sus terrenos calizo-arcillosos, de color blanquecino llamados albarizas (de alba, blanca en latín) hacen posible que se elabore este vino único en el mundo.
La roca albariza es una marga blanca y orgánica formada por la sedimentación de las aguas de un mar interior que cubría la comarca. Es rica en carbonato cálcico, arcilla y sílice. Retiene mucho la humedad, almacenando las lluvias del invierno para luego alimentar a las cepas durante el largo periodo estival. Existen otras variedades de tierras, aunque en un porcentaje menor, como son los barros y las arenas.
Los viticultores jerezanos han dividido tradicionalmente el terreno en pagos, entendidos éstos como pequeñas tierras homogéneas en suelo, clima y viñas. Algunos pagos son famosos como los de Carrascal, Macharnudo, Añina y Balbain.
El Consejo Regulador de Jerez, el más antiguo de España creado en 1933, tiene aprobadas las variedades de Palomino, mayoritaria en la zona, Pedro Ximénez y Moscatel. Como muestra de la búsqueda de un reconocimiento internacional aun mayor, el año pasado este Consejo regulador presentó una serie de modificaciones en funcionamiento que supusieron los mayores cambios en esta zona en los últimos 50 años.
Los vinos de Jerez tipo fino o manzanilla debido a su carácter ligero, fresco y delicado deben ser consumidos en los meses siguientes a su embotellado, los amontillados pueden aguantar durante semanas y los olorosos, pale cream o PX pueden conservarse intactos durante años. Y para acompañarlos en la mesa el Jerez fino y la manzanilla son por definición los vinos del aperitivo y van bien con tapas, mariscos, quesos suaves y pescados blancos. El amontillado va bien con las sopas y consomés, las carnes blancas o el pesado azul mientras que el oloroso combina con las carnes rojas y la caza. El Pale Cream ligeramente frío, debe acompañarse de foie y fruta fresca, el cream y el P.X. son más indicados para la respostería.
BODEGAS

Catedral de Jerez