Bodegas Delgado Zuleta
En la bodega sanluqueña Delgado Zuleta llevan desarrollando y perfeccionando la crianza bajo velo de flor desde mediados del siglo XVIII, pero siempre aplicada a la variedad Palomino, uva mayoritaria en la provincia gaditana y destinada tradicionalmente a la elaboración de vinos generosos. Además de esta variedad autóctona, las otras dos varietales presentes habitualmente en los “Sherrys” son la Moscatel y la Pedro Ximénez, aunque lo hacen dando lugar a vinos dulces.
En Delgado Zuleta han querido aunar ambos conceptos. Por un lado, la singular personalidad y carácter que la crianza biológica aporta a los vinos, pero aplicada a las variedades Moscatel y Pedro Ximénez, en esta ocasión vinificadas en seco. De esta simbiosis han nacido los vinos Tarabilla y Gallipato, vinos blancos monovarietales (Moscatel y Pedro Ximénez), un proyecto inédito en el mundo.
El complejo proceso se inicia recolectando de barricas que contienen “Manzanilla La Goya”, la flor pura, es decir, la colonia de levaduras que se deposita sobre la superficie del vino que está bajo crianza biológica.
Además se escogieron y apartaron 8 botas viejas (4 para cada uno de los dos vinos) de la solera de La Goya, que se vaciaron para llenarlas en una proporción de 5/6. Tras el llenado, se pulverizó la flor seleccionada sobre los mostos de Moscatel y Pedro Ximénez, colonizando en menos de un mes la superficie completa de cada bota e iniciando así una intensa crianza biológica que se ha extendido durante 6 meses.
Finalizados los 6 meses de crianza se procedió a la saca, y tras una clarificación y leve filtración de los vinos, se embotelló de forma lenta y prácticamente manual para evitar el contacto del vino con el oxígeno.
Y hoy, tenemos para nuestros lectores de “Sobrelías”, esta presentación de excepcionales y singulares vinos.
Manzanilla La Goya
De color pálido amarillo y brillante. Perfil aromático intenso, con aromas propia de la crianza biológica: almendra, camomila… En boca es ligera, seca y muy suave. Una delicia al paladar.
Gallipato
Color amarillo dorado y brillante. Notas florales en nariz que se mezclan con panadería y almendra. Boca untuosa y fresca.
Taralbilla
De color amarillo verdoso. Nariz intensa que combina fruta pasificada, panadería y frutos secos. Boca elegante, sabrosa y muy secante.

Jaime Salinas Loaisa
Técnico en laboratorio y producción vinícola.
En mis ratos libres ejerzo de sumiller.
Fanático de la gastronomía y la enología.
En constante aprendizaje.