La Oficina del Vino de Borgoña recibe 700.000 euros para preservar el patrimonio vitivinícola

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Las expectativas sociales respecto al uso de productos fitosanitarios y el cambio climático representan dos grandes retos para la industria vitivinícola de Borgoña, además de la recuperación de la capacidad de producción. Para ayudar al sector a afrontar estos retos, la Oficina del Vino de Borgoña (BIVB) ha unido fuerzas con los comerciantes y las bodegas de Borgoña para lanzar dos importantes programas. Desarrolladas en colaboración con la industria, estas iniciativas ya han recibido el apoyo del Ministerio de Agricultura francés y FranceAgriMer. La Oficina del Vino de Borgoña se ha comprometido a brindar apoyo durante al menos cinco años, trabajando con los comerciantes y bodegas locales para implementar los planes de acción diseñados para estos programas.

La Oficina del Vino de Borgoña

Viñedo Borgoña

PARSADA: Combatiendo el mildiú velloso y la podredumbre negra ante la retirada de sustancias

El primer programa, PARSADA  forma parte de un amplio plan iniciado en 2023 por el gobierno francés. Con una asignación de 146 millones de euros a lo largo de cinco años, su objetivo es apoyar a los sectores agrícolas en la investigación de alternativas a los productos fitosanitarios. Su principio rector es «sin prohibición, sin solución».

Este proyecto, centrado en el mildiu velloso y la podredumbre negra (dos enfermedades que ejercen una presión significativa sobre los viñedos del norte y pueden provocar graves pérdidas de cosechas), cuenta con el apoyo conjunto de otras regiones vinícolas francesas (Burdeos, Champaña, Coñac, Alsacia y el suroeste).

En Borgoña, la ambición es aprovechar el trabajo realizado desde 2016 con la CAVB (Organización de Viticultores), ahora con el apoyo de una unidad técnica regional de reciente creación. En los últimos seis años, la industria vitivinícola ha logrado un progreso claro: el uso de biocontroles en los programas de tratamiento ha aumentado más de un 200 % desde 2019. En 2024, el 68 % de los encuestados contaba con una certificación ambiental o de RSE, y el 25 % contaba con certificación ecológica o en proceso de conversión. Estas encuestas se realizaron en colaboración con la CAVB, las Cámaras de Agricultura, Bio Bourgogne-Franche-Comté y bodegas cooperativas.

PARSADA tiene como objetivo proporcionar a los viticultores pronósticos de riesgos y medidas profilácticas para anticipar la aparición, propagación o agravamiento de estas enfermedades. Esto ayudará a la industria a continuar sus esfuerzos para limitar el uso de tratamientos.

La Oficina del Vino de Borgoña se encargará de:

  •  Dedicar cinco años a estructurar y coordinar una red regional de asesores técnicos especializados en enfermedades fúngicas, provenientes de diversas organizaciones (cámaras de agricultura, cooperativas, distribuidores, consultores privados, etc.)
  •  Liderar un “think tank” para fomentar innovaciones basadas en la experiencia de campo de los viticultores

CAP-2050: Adaptación de los viñedos de Borgoña a los efectos del cambio climático

El segundo proyecto, CAP-2050, tiene como objetivo reforzar la resiliencia de los viñedos de Borgoña al cambio climático de aquí a 2050. Con una duración de tres años y que se iniciará en enero de 2026, su ambición es diseñar y probar sistemas vitivinícolas innovadores que permitan a las empresas vitivinícolas de Borgoña adaptarse a las futuras condiciones de producción y seguir siendo económicamente viables de aquí a 2050.

La Oficina del Vino de Borgoña se encargará de:

  •  Liderar el proyecto con el INAO, la CAVB y varios negociantes y fincas de Borgoña
  •  Trabajar con socios técnicos, incluidas las Cámaras de Agricultura departamentales, Vinipôle Sud Bourgogne y Bio Bourgogne-Franche-Comté
  •  Involucrar a los actores locales (EPL²​​, Universidad, etc.)
  •  Integrarse en una red nacional de demostradores liderada por el IFV: VITILIENCE

Este proyecto se distingue por su dependencia de una combinación de palancas, probada en un modelo de demostración para explorar nuevos sistemas de producción. La combinación de varios pequeños cambios en el proceso de producción puede fortalecer significativamente la resiliencia del sistema.

Las acciones CAP-2050 se aplicarán a tres variedades de uva de Borgoña (Chardonnay, Pinot Noir y Aligoté) en toda la región (Mâconnais, Côte Chalonnaise, Côte de Beaune, Côte de Nuits, Hautes Côtes de Beaune and Nuits, Chablis y Grand Auxerrois).

Cuatro combinaciones clave de palancas para aplicar en el viñedo:

  •  Diversificar el material vegetal:  desarrollar nuevos enfoques de vinificación incorporando variedades resistentes (RESDUR1) e históricas (Melon de Bourgogne, Petit Meslier, Gouais, etc.) valoradas por su acidez y diversidad aromática.
  •  Protección contra los riesgos climáticos (heladas, granizo, quemaduras solares):  coordinar herramientas innovadoras (mallas de sombra, lonas u otros sistemas) combinadas con prácticas de gestión del suelo y de vinificación.
  •  Reducción de la huella de carbono mediante la densidad de plantación y el material vegetal:  estudiar el impacto de diferentes sistemas de conducción de vides (5.000 vs. 10.000 vides/ha) en la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero.
  •  Gestión del estrés térmico y conservación de la tipicidad del vino:  implementar medidas técnicas de vinificación para hacer frente a los picos de calor cada vez más frecuentes durante la cosecha (vendimia nocturna, enfriamiento de la uva, manejo del dosel, etc.).

En el marco del CAP-2050, la Oficina del Vino de Borgoña también colaborará con la Cátedra UNESCO «Cultura y Tradiciones del Vino» de la Universidad de Borgoña Europa y la consultora PArHis (Patrimonio-Archivo-Historia) para destacar cómo los comerciantes y las bodegas de vino adaptaron históricamente sus negocios durante crisis y perturbaciones pasadas. Esta investigación se presentará como una exposición itinerante en los pueblos vitivinícolas que la soliciten.

Los datos recopilados mediante este proyecto proporcionarán a las empresas del sector valiosas referencias para desarrollar sus propias estrategias. CAP-2050 se basará en un demostrador principal —Vinipôle Sud Bourgogne— y una red de bodegas piloto en toda Borgoña. A lo largo de tres años, el programa ofrecerá una serie de eventos a comerciantes y bodegas de Borgoña, cerca de empresas de toda la región. Cabe destacar que el programa incluirá horarios de atención en las tres  Cités des Climats et vins de Bourgogne.
Sobrelías Redacción

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Bodegas Paco & Lola