Tres tendencias para mitigar la crisis en el sector del vino

Cuando ya encaramos el final de este año 2025, podemos analizar si lo que los especialistas, consultoras o informes de diferentes actores del mundo del vino señalaban que iban a ser las tendencias para este año, finalmente lo han sido o no. Y tras un análisis de diferentes «predicciones», nos hemos encontrado con tres tendencias para mitigar la crisis en el sector del vino que si han tenido reflejo este año y que lo van a tener en los próximos años.

Mundo digital

La primera de ellas pasa por el mundo digital. El canal online como medio compra o como forma de «personalizar» el trato con potenciales clientes. Ya sea a través de perfiles sociales activos e interactivos, de realización de catas online, webinars o cualquier otra herramienta que facilite el mundo digital que permita. Nosotros, en su día analizamos el perfil del comprador online de vino con una encuesta que realizamos e identificamos que aun presenta mucho potencial el ecommerce del mundo del vino frente al de otros sectores.

El consumidor de vino, a diferencia del de otro sectores, agradece, y mucho, el trato personal, tanto con la bodega como con el ecommerce que emplee para adquirir vino. Y en este punto, el sector del vino posee un gran potencial de mejora.

Bajo alcohol o sin alcohol

La segunda tendencia que está en aumento se liga a los hábitos de consumo más saludables que están adquiriendo los consumidores de bebidas que llevan aparejado la reducción de la ingesta de alcohol, tanto en cantidad como en frecuencia. Aunque en España es un porcentaje pequeño de bodegas las que elaboran vinos sin alochol o de baja graduación, lo cierto es que hay un mercado importante con respecto a otros países del mundo. No en vano se indica en diferentes estudios que España se sitúa en el top5 de los países que más volumen consmen de este perfil de vinos.

Nosotros realizamos una encuesta sobre el tema que nos determinaba el perfil que más potencial tendría de adaptar este tipo de consumo de bebidas a su día a día. No obstante el mercado de productores es reducido como para conseguir, a fecha de hoy, unas conclusiones más claras. No obstante, si que ha aumentado en este año 2025 el núero de bodegas españolas que elaboran vino sin alcohol, con lo cual podría ser una ayuda a comercializar el exceso de stocks que tengan las bodegas mediante procesos de desalcoholización.

Enoturismo, factor clave

Y la tercera tendencia que se muestra muy clara como factor favorable que puede ayudar al sector del vino y su crisis de ventas, es el enoturismo.

Por un lado, el enoturismo en España tiene un importante componente de proximidad, es decir, que muchos son los enoturistas que buscan escapadas de corta distancia desde su origen para realizar en un día o en un fin de semana.

Pero, por otro lado, prácticamente todas las CCAA tienen producción vinícola, lo que puede ser un impulsor para aquellos que buscan viajes de corto plazo de tiempo pero que les proporciones experiencias sensoriales y gustativas completas.

Las bodegas deben analizar su entorno y ofrecer experiencias diferenciadoras. No solo ayudarán a aumentar su cifra de negocio que mitigue la reducción de las ventas, sino que además permite que los enoturistas, de vuelta a su detino, sean embajadores de la marca de la bodega, siendo unas figuras «comerciales» de sus vinos sin que les genere ningún tipo de gasto. Enoturismo de calidad y diferenciado es invertir en imagen de marca sin necesidad de grandes desembolsos económicos.

Necesidad obligada

En conclusión, de todas las tendencias que se planteaban a principios de año, las tres indicadas son las que se puede comprbar que siguen siendo las que mejores resultados están dando. Cierto es que cada bodega debe explorar y escoger cual o cuáles de estas tendencias son las que más se ajustan a su perfil.

No es obligatorio que las bodegas opten por las tres tendencias, incluso puede que alguna bodega tenga un potencial para poder explotar otra tendencia no aquí contemplada. De lo que no cabe duda es que cada bodega conoce mejor su potencial y debe actuar y desarrollar su propio plan de acción, ya que la crisis en el sector del vino se está cronoficando y es necesaria la implantación de soluciones.