Finca Manzanos Graciano 2018 y Finca Manzanos Garnacha 2020, dos vinos gran reflejo de sus varietales
Finca Manzanos Graciano 2018 y Finca Manzanos Garnacha 2020, dos varietales gran reflejo de sus varietales, vinos que elabora Bodegas Manzanos al amparo de la DOCa Rioja. Muy honestos, que presentan de forma muy intensa el carácter y la tipicidad del terroir riojano, así como la esencia de ambas varietales con las que se elaboran.
Ambos son dos vinos con un paso por barrica en su crianza no demasiado largo, ya que hablamos de alrededor de los 6 meses, lo que los sitúa en el segmento de los vinos ‘robles’.
Finca Manzanos Graciano 2018 es un vino que en vista nos deja en copa parada un color rojo picota de intensidad cromática media, capa media ligeramente alta por momentos, limpio y brillante, con reflejos violáceos y púrpura en movimiento.
Nariz de intensidad media, con mucha presencia de fruta negra. la corta crianza en barricas de solo 6 meses, le da una presencia de la barrica suave, sutil, sin demasiada presencia, con aportes a fruta madura, ligeros florales, especias suaves y dulces, toques avainillados. Fondo vegetal.
Boca con ataque bastante fresco, aporte de fruta madura, presencia de la crianza que le da aportes especiados. Taninos bastante maduros. Bien de acidez que le ayuda a dejar buena persistencia. Final medio-largo.
Tras su cata, un vino que merece la calificación de Excelente con 92 puntos.
Finca Manzanos Garnacha 2020, también presenta una crianza en barrica de roble francés de 6 meses que ayuda a ‘domar’ el carácter salvaje de la Garnacha. A diferencia del anterior Graciano, este vino en copa parada nos deja un color rojo con ligeros rosáceos en su tonalidad, con una capa media, limpio y brillante y ribetes violáceos en ,movimiento.
Nariz con mucha frescura, una intensidad media, con clara presencia de los aromas frutales, mucha fruta negra, con aportes maduros por la crianza en madera, incluso ligeros toques a fruta rojo. Tras airearlo en copa, aparecen aportes florales, aportes especiados, toques a madera, chocolate, a vainilla,… Ligera mineralidad de fondo.
Ataque en boca fresco, mucha fruta, muy buena acidez, buena estructura que le dará unos añitos en vida sin duda y ayudarán a darle más carácter. Muy fácil beber, redondo, equilibrado, con buena persistencia y final medio.
Como su hermano Graciano, tras su cata es un vino que llega a la calificación de Excelente, con una puntuación de 92 puntos.
Sin duda dos vinos que reflejan muy bien las varietales con las que son elaborados, a lo que se le añade un muy buen reflejo del terroir de la Rioja. Vinos que son honestos, como me gusta decir a mi, que nos muestran lo que llevan dentro sin complejos.

José Luis del Campo
José Luis del Campo. Sumiller. Asesor online de bodegas. CEO en Socialmedia Network.