Cata de Tokajis
Hoy en la cata que os acercamos os presentamos la cata de Tokajis que hemos realizado recientemente de dos de estos «vinos de los reyes» húngaros. Los vinos que os acerco son el Château Dereszla Tokaji Aszu 5 Puttonyos 2019 y el Oremus Tokaji Aszu 5 Puttonyos 2014.
Ambos vinos en vista nos dejan un color dorado, muy brillante y limpio.
Château Dereszla Tokaji
El primero, Château Dereszla Tokaji Aszu 5 Puttonyos 2019. Es un vino elaborado con un 70% Furmint, 20% Hárslevelü y un 10% Zéta elaborado por la bodega Château Dereszla en la zona de Tokaj-Hegyalja. Con tan solo 11,5% vol, se muestra como un vino dulce, de prodredumbre noble, realmente excelente. El dulzor que nos deja no es excesivo, más bien diría que es un nivel medio, pero sin duda se muestra como un vino complejo. Recordaros que los Puttonyos miden el nivel de dulzor del vino. Se sitúan entre 3 y 6 (de menos a más dulce), con lo cual, sorpresivamente, este vino no deja mucha sensación de dulzor pese a ser 5 Puttonyos.
Con tres años en barrica de roble húngaro, la complejidad es palpable, con toques amielados, tostados de la madera, bollería, toques a cera de abeja, con presencia de fruta como por ejemplo de hueso, albaricoques. La baja graduación hace que el dulzor no sea para nada empalagoso: Es más, diría que el choque entre dulzor y fruta le da un paso chispeante. Gran persistencia y un final muy largo.
Oremus Tokaji
El segundo, Oremus Tokaji Aszu 5 Puttonyos 2014, es un vino elaborado en Hungría por el grupo Tempos Vega Sicilia. Bodega del grupo Tokaj-Oremus en la zona de Tokaj-Hegyalja. Tambien pasa entre dos y tres años en barricas de roble húngaro. De similar graduación al primero, 12% vol. El que lleve más tiempo en botella al ser una añada de 2014, hace que aumente la complejidad y un poco más la sensación de dulzor, siendo también, un vino de 5 Puttonyos.
Elaborado con las variedades autóctonas Furmint, Hárslevelü, Zéta y Sárgamuskotály vendimiadas a mano. Racimos macerados durante dos días hasta que aumentaron de tamaño, antes de su leve prensado. La fermentación se desarrolló en barricas nuevas de roble húngaro, un proceso lento que puede durar hasta dos meses.
Como el otro vino, su baja graduación mitiga el dulzor, siendo incluso refrescante. Con toques en nariz y en boca a albaricoques maduro, amielados, aportes de fruta cítrica como pomelos que chocan con el dulzor en el paladar de forma muy expresiva dejando además un final refrescante. Típico de un vino dulce clásico de Tokaji haciendo honor a esa acidez que logra el perfecto equilibrio con el dulzor.
Ambos vinos merecen la calificación de Excelentes tras su cata.

Manuel Terrón
Capitán de la Marina Mercante, winelover, en continua formación en el mundo del vino.
Bebiendo y aprendiendo.
Instagram: @decataconmanu