Consumo de alcohol sí, consumo de alcohol no
Consumo de alcohol sí, consumo de alcohol no es uno de los grandes dilemas y análisis de las tendencias para este 2025 en el mundo del vino a nivel mundial.
Si nosotros ya hicimos referencia no hace mucho a un estudio en el que se indicaba que el consumo moderado de alcohol se asocia con una menor mortalidad por “todas las causas” en comparación con “no consumir alcohol”, realizado por las Academias Nacionales de Ciencias, Ingeniería y Medicina (NASEM), también debemos hacer referencia a otro estudio realizado por otra figura relevante del mercado del vino estadounidense como es Departamento de Salud y Servicios Humanos de EE. UU. (HHS) donde se hace hincapié en el elevado números de estadounidenses que fallecen por cánceres producidos por el alcohol. Curiosamente, el autor de este último estudio es a la vez médico y enólogo. Considera que es necesario educar al consumidor de bebidas alcohólicas, vino, de los riesgos que ello conlleva.
A este segundo estudio, le ha secundado otro, el informe del Comité Coordinador Interinstitucional para la Prevención del Consumo de Alcohol en Menores (ICCPUD, por sus siglas en inglés) en el que se centró especialmente en la relación entre el consumo de alcohol y la morbilidad. Según el estudio, publicado esta semana, los adultos estadounidenses tienen un riesgo de 1 entre 1.000 de morir por consumo de alcohol si consumen más de siete bebidas por semana, y esta probabilidad aumenta a 1 entre 100 si ingieren más de nueve bebidas en una semana.
Sin embargo, el informe del ICCPUD ha sido objeto de duras críticas, tanto por su metodología como por sus autores, crítica realizada por una coalición de asociaciones de agricultura, bebidas y hostelería de Estados Unidos (Associated Cooperage Industries of America Inc., Distilled Spirits Council of the United States, National Barley Growers Association y Wine America) que indicó que dicho informe «es el producto de un proceso defectuoso, opaco y sin precedentes, plagado de sesgos y conflictos de intereses. Varios miembros del panel de seis miembros de la ICCPUD tienen afiliaciones con grupos internacionales de defensa de los derechos contra el alcohol, y el panel ha trabajado en estrecha colaboración con otras personas relacionadas con estos defensores. El Congreso nunca autorizó ni asignó dinero para el panel o su trabajo, y numerosas cartas del Congreso y la industria han expresado serias preocupaciones sobre el proceso”.
La guerra, como podéis ver, está servida. Por eso no es de extrañar que en próximas fechas salgan nuevo estudios a favor y en contra del consumo de bebidas alcohólicas.
Lo que si es cierto s que, según datos de la OIV, la produdcicónde vino a nivel mundial no varía demasiado porcentualmente hablando, auqnue si se está reduciendo el conusmo. Para unos será por temas de salud, para otros por temas de moda y para otros porque los amantes del vino se lanzan a los brazos de otras bebidas. pero el hecho de que se bebe menos vinos que hace una década a nivel mundial, es un hecho.
Este 2025 se presenta con gran incertidumbre al respecto, sobre todo porque organismos como la UE están promoviendo a la vez campañas para la defensa de la salud vinculadas a la prevención del cáncer producido por el consumo de alcohol, a la vez que dan fondos al sector por la situación crítica en la que se encuentra. Hacia donde se orienten sus preferencias o actuaciones, puede indicar hacia donde irá el sector del vino en el viejo continente a no mucho tardar. Solo queda esperar a lo que va a ocurrir este año para ver «por donde van los tiros».

Sobrelías Redacción
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