Bodegas Adriá

Bodegas Adriá se ubica en una privilegiada loma con vistas a los valles del Bierzo, en uno de los tramos del Camino de Santiago, antes de adentrarse en Villafranca del Bierzo. Desde sus inicios se ha caracterizado por ser una bodega reflejo del empuje renovador de la actividad vinícola en la comarca. Tradición e innovación son los dos referentes que identifican la actividad de esta bodega.

La mayoría de su viñedo está en ladera y no hay zonas de regadío cercanas lo que favorece la maduración sana de la uva, evitando los excesivos tratamientos fitosanitarios. Esto hace que sea una bodega que busca la mínima intervención en la viña y eso se percibe a la hora de catar sus vinos.

Al estar muy próximos los viñedos a la bodega, la uva es vendimiada manualmente y así pasa poco tiempo en contacto con el oxígeno, evitando posibles alteraciones y pérdidas de calidad.

Sus vinos son vinos diferentes, atrevidos, que buscan en todo momento no dejar impasible al que los bebe, y eso podemos garantizar que lo consiguen. Pero lo que nos encanta en particular, es que pese a esta ‘osadía’ al elaborar vinos, conservan en todo momento la esencia del terruño berciano y es es algo muy admirable sin duda alguna.

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