Rialla Garnatxa Peluda 2018
Rialla Garnatxa Peluda 2018 es un vino monovaietal 100% Garnatxa Peluda que elabora Celler Rialla al amparo de la D.O. Terra Alta. Un vino realmente excelente, no solo para aquellos que sean amantes de la garnacha (‘garnacheros de pro’), sino también para los amantes de los tintos diferentes y con personalidad.
Un vino que es la segunda vez que lo hemos catado y, en esta ocasión, con más de un año ya en botella, con lo que hemos podido comprobar el enorme potencial de crecimiento que tenía en su primera cata y como se ha afinado y conjuntado a la perfección la fruta y la crianza. De hecho, si en su primera cata le concedíamos una puntuación de 91 puntos, en esta segunda ocasión se merece llegar a la calificación de Excelente con una puntuación de 92 puntos.
Una producción reducida de 1.000 botellas con una vinificación en la que nos encontramos una fermentación alcohólica a temperatura controlada y remontados periódicos para pasar luego a barrica de roble francés de 500l para hacer la fermentación maloláctica y envejecer durante un período de 8 meses para conseguir mayor intensidad y obtener un vino más estructurado.
Vino con 14,5% vol. que no los deja ver en ningún momento, al contrario, de muy fácil beber, alegre en su cata, con mucha fruta y una crianza perfectamente conjuntada.
Un vino que en la fase visual de su cata nos deja un color rojo granate en copa parada, con una capa que sigue siendo media, con ciertos toques a alta por momentos y unos reflejos que han pasado de amoratados a picotas y atejados, muy brillante y limpio.
En la fase de nariz, es un vino que se ha conjuntado a la perfección con el tiempo que lleva en botella, con lo que podíamos esperar una clara presencia de terciarios pero, al contrario, sigue la presencia de la fruta destacando mucho. Fresco, fruta roja, algo de negra toques maduros, incluso algo compotados, apareciendo de forma muy elegante el aporte de la crianza con toques especiados, a vainilla, frutos secos, a tierra mojada. Muy bien conjuntado y complejo.
La entrada en boca, al igual que la primera vez que lo catamos, es muy fresca. La acidez bien gestionada ayuda a que no se perciba mucho la presencia alcohólica, a la vez que le permite dejarnos una muy buena estructura que le ha hecho crecer en botella. Amplio al paso, volumen medio, tanino perfectamente trabajados, gran persistencia y un final medio tirando a largo.
Un claro ejemplo de esta varietal Garnatxa Peluda, además de un vino que con tan solo una crianza en barricas de 8 meses, se muestra complejo y con una muy buena estructura que le permite crecer en botella y que su cata, a día de hoy, sea excelente.

José Luis del Campo
José Luis del Campo. Sumiller. Asesor online de bodegas. CEO en Socialmedia Network.