Chozos Resort: arte, naturaleza y confort en el epicentro de la vitivinicultura mendocina
Con el imponente fondo de la Cordillera de los Andes, en la provincia de Mendoza, capital del vino argentino, más precisamente en Alto Agrelo, Luján de Cuyo, Chozos Resort, es un sitio que permite vivir la historia de esta tierra desde la sensibilidad del artista mendocino Sergio Roggerone y la esencia de un pueblo de vino. Enoturismo en estado puro.
E invita a disfrutar de su propuesta de lujo, vanguardista y exclusiva, en la que el vino y la naturaleza se conjugan con este arte y el rescate del legado de los antepasados que poblaron esta región.
La arquitectura de la propiedad así como cada detalle de las unidades habitacionales, creadas artesanalmente por artistas locales con materiales y técnicas ancestrales y sustentables, se amalgaman a la perfección con el paisaje que propone Dragonback Estate, la finca de viñedos en la que está inmerso el complejo.
Por su vínculo indisoluble con el mundo vitivinícola y por su ubicación privilegiada en el epicentro de la vitivinicultura mendocina, Chozos Resort resulta perfecto como punto de base para aquellos que deseen vivenciar y recorrer la Ruta del Vino en plan turístico.
El complejo, creado por los prestigiosos desarrolladores Grupo Armentano y Youngwoo & Associates, posee 15 Chozos, 4 Glam Camps, un proyecto de restaurante próximo a inaugurarse, un área de eventos y ofrece múltiples experiencias in y out doors para los visitantes.
Mendoza
Por sus bellezas naturales, por su identidad y cultura y por su historia íntimamente ligada al vino, Mendoza convoca durante todo el año a turistas locales e internacionales que llegan por primera vez, ansiosos por conocerla y también asiduos visitantes, que regresan año tras año para redescubrirla.
Para unos y otros, un nuevo espacio abre sus puertas: Chozos Resort, una propuesta de lujo, vanguardista y exclusiva que invita a disfrutar de una de las regiones más bellas de Argentina, a conocer su historia y vivenciarla en carne propia, descubriendo su legado.
El aire puro y la tranquilidad, las largas hileras de vides y las montañas conforman una postal seductora y fascinante que convive armónicamente con los dos tipos de unidades habitacionales que ofrece este resort: los Chozos y los Glam Camps.
A la propuesta se suma un restaurante -próximo a inaugurarse, que ofrecerá una propuesta de cocina de autor ligada a la tradición-, un área de eventos y la posibilidad de realizar diferentes experiencias dentro y fuera del predio (como visitas a bodegas, yoga, ciclismo andino, cabalgatas, paseos en globo, parapente y diferentes tours de vino, entre muchas otras).
Una obra de arte que vuelve a los orígenes
Un aspecto que distingue especialmente a Chozos Resort de cualquier otro hospedaje es su cuidado diseño y arquitectura, que conjuga arte y naturaleza y que fue concebido para amalgamar lo ancestral e histórico con el espectacular entorno, sin descuidar un ápice el confort.
La arquitectura ancestral se observa tanto en las técnicas constructivas como en uso de materiales nobles, y en que cada detalle está hecho a mano por artistas locales, tanto en los quince Chozos como en los cuatro Glam Camps que conforman el resort.
Inspirado por las raíces de la arquitectura andina, el proyecto es en sí mismo una pieza de arte. Así fue concebido por el Grupo de Desarrollos Inmobiliarios Armentano y Youngwoo & Associates, quienes convocaron al prestigioso artista local Sergio Roggerone.
Junto a otros artistas locales, Roggerone es el artífice de las entrañas de Chozos Resort. Por eso se lo considera en sí mismo una auténtica y exclusiva obra de arte que en cada detalle reconoce la herencia de los pueblos originarios.
Dos opciones integradas al entorno
La propuesta habitacional ofrece dos opciones: los Glam Camps y los Chozos. Estos últimos (lo mismo que el resort) adquieren el nombre de las bóvedas de barro y paja que habitaban los Urus, pueblos originarios del norte de Bolivia y parte de Perú.
Las cúpulas de los quince Chozos, de más de cuatro metros de altura, son lo más representativo y llamativo del proyecto. Los muros fueron realizados siguiendo antiguas técnicas de mampostería de piedra de canto rodado, y los pisos fueron hechos a mano por artesanos locales. La idea fue encarnar la herencia de los indios Huarpes rememorando sus casas circulares con techos de juncos, barro, paja y piedra.
Se ofrecen Chozos de una y de dos habitaciones y todas las unidades poseen cocina, terraza con vista a la Cordillera, fogonero y minipiscina.
Del mismo modo, en los Glam Camps la máxima sencillez se conjuga con la comodidad y el lujo, con bajo impacto para el medioambiente y en armonía con el entorno.
Los cuatro Glam Camps están inspirados en las canoas que usaban los Urus en el lago Titicaca. Son construcciones pensadas con la sustentabilidad como eje: su exterior, trabajado con barro y con totoras enrolladas y trenzadas, también se asemeja al de las viviendas de los ancestros de esta región.
Ubicados sobre un cañadón de vegetación natural, sus terrazas propias cuentan con una inigualable vista a la cordillera. Todas ofrecen baño privado, hamacas y duchas interiores y exteriore.
Convocados por el arte, el vino y la naturaleza, Armentano e YWA apostaron por Mendoza y su merecido posicionamiento como uno de los diez principales destinos del vino en todo el mundo, junto con Napa Valley y Burdeos.
Sobrelías Redacción
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