Brad Pitt lanza “Petite Fleur”, su nuevo Champagne Cuvée
Tras el éxito de sus ediciones limitadas ‘Exclusively Rosé’, la Maison Fleur de Miraval Champagne de Mesnil-sur-Oger (Champagne, Francia) de Brad Pitt lanza ‘Petite Fleur’, una nueva creación que se suma a su colección de champagnes rosados.
Y es que la maison Champagne Fleur de Miraval es la única casa de champagne dedicada exclusivamente a la elaboración de champagnes rosados. Es fruto de la asociación de las familias Pitt y Perrin
Beneficiándose de las mismas habilidades y estándares exigentes que ‘Exclusively Rosé’, ‘Petite Fleur’ es una versión más clásica y accesible del champagne rosado. Unidos por la pasión y el terruño, los dos champagnes, ‘Exclusively Rosé’ (ER) y ‘Petite Fleur’, representan la expresión de una firma común. Con su origen en el magnífico crus del terruño calcáreo de la Côte des Blancs, ‘Petite Fleur’ revela la textura calcárea y la salinidad que son los marcadores de estilo de los champagnes Fleur de Miraval.
Elaboración
Con una mayoría de Chardonnay, principalmente de los Grand Crus de Mesnil-sur-Oger, y un toque de Pinot Noir del vecino premier cru de Vertus, la sutil mezcla del ‘Petite Fleur’ es absolutamente clásica, en la tradición de los más grandes champagnes rosados.
Elaborado a partir de una base de 65% Chardonnay Grand Cru 2019, 30% Chardonnay Grand Cru de la Reserva Perpetua Fleur de Miraval y 5% Pinot Noir vinificado como vino tinto, ‘Petite Fleur’ es absolutamente atemporal.
Lo que lo distingue del ‘Exclusively Rosé’ es la ausencia del “Remise en Cercle”, una menor proporción de vinos reserva y su Pinot Noir elaborado a la manera de un vino tinto. La nobleza de sus orígenes y su vinificación tradicional confieren a este nuevo champagne un carácter puro, diáfano y de delicada elegancia.
Cata
Una nariz con un amplio abanico de flores primaverales, con notas de peonía y espino, entrelazadas con frutos rojos brillantes y deliciosos como la frambuesa y la grosella.
La boca es exquisitamente jugosa y plena, iluminada con notas cítricas frescas y alimonadas, pomelo rubí y mandarina, y un final sutilmente diáfano.
Es la esencia misma de su lugar de origen: los magníficos terroirs de la Côte des Blancs, anclados en la noble pureza de la tiza.