«Destilería» Ribeira Sacra
De esta forma tan escueta es como se podría definir lo que va a ocurrir este año en la Ribeira Sacra con respecto a la uva tinta, que supone un 80% de la producción de los vinos de esta Denominación de Origen.
La Xunta de Galicia, que saca «pecho palomo» de su gran apoyo al mundo del vino (cosa que sería muy discutible por otro lado), ha autorizado por primera vez (el pasado 1 de septiembre) que se produzca una «destilación de crisis» en la DO Ribeira Sacra, tras una solicitud que había presentado el consejo regulador el pasado mes de mayo. Es la primera que se va a realizar en las DOs gallegas y se debe a la gran existencia de stocks de vino tinto que hay en las bodegas sin vender.
De esta forma, la Xunta volverá a tirar de «chequera» de dinero público para apuntalar un sector que se hunde, mucho por como ha gestionado el sector ella misma en las últimas décadas. Se ha dicho que el «objetivo de retirar vino del mercado es para equilibrar la oferta y la demanda». Así, las bodegas que lo soliciten, recibirán fondos de la Consejería de Agricultura de Galicia a cambio de destilar el vino sobrante para convertirlo en alcohol industrial. No sabemos porque la Consellería del Rural de la Xunta de Galicia estuvo presente en todas las «ferias del vino» que se celebran en la Ribeira Sacra cada primavera, presumiendo de las grandes cifras que se conseguían, con un apoyo de la administración pública.
Aunque la Xunta lo ha aprobado, la resolución está pendiente de ratificación por parte del Gobierno central español y de la Unión Europea.
Los pequeños productores lo venían advirtiendo desde hace tiempo, «no podrían subsistir si no conseguían compradores para sus uvas tintas», y la gota que colmó el vaso fue cuando la bodega más grande de la zona optó por no renovar los contratos con más de 400 productores para la cosecha de 2024, achacándolos al exceso de existencias y a la disminución de las ventas de vino tinto, que representa alrededor del 80% de la producción en Ribeira Sacra.
No se creen lo que dice la Xunta
Pero, realmente, pese a los anuncios de la Xunta a «bombo y platillo» de darles ayudas, se sienten cada vez más desesperados.
Una viticultora, que pidió el anonimato, dijo que se siente «ignorada por el gobierno regional y tiene una sensación de absoluta impotencia». Ella y otros viticultores han acusado a la Xunta de inacción prolongada por miedo a afectar la reputación de la Ribeira Sacra y dañar la segunda campaña para que la región sea designada Patrimonio de la Humanidad tras el rechazo de la primera solicitud en 2021.
Y no será por dinero público que «suelte» La Xunta (o dice que va a «soltar»). El 2 de septiembre, anunció que destinaría 2 millones de euros a «luchar contra la pérdida de viñedo» en Ribeira Sacra, y hasta 2,4 millones de euros a financiar la destilación de crisis. Sin embargo, muchos viticultores consideran que el paquete de ayudas es insuficiente para compensar los altos costes de producción que supone cultivar viñas en terrazas empinadas.
Esperamos que no empleen fondos NextGeneration para estas tareas y promesas que estan haciendo.
Además, las bodegas que optan por destilar se ven obligadas a transportar primero el vino a las propias destilerías y a su propio coste, y probablemente recibirán menos de un euro por litro de vino destilado, que luego estará sujeto a impuestos.
El sindicato agrario local convocó una protesta frente a la sede del consejo regulador para pedir a la Xunta de Galicia que aumente las ayudas a los productores en dificultades.
Si el sector «se muere» habrá que tomar medidas drásticas, porque lo que no parece que vaya a ocurrir es que, de la noche a la mañana, aumente en el mundo el número de los bebedores de vino que consigan aumentar la demanda del vino tinto, no solo en Ribeira Sacra, sino en todo el mundo. Y lo que no se puede consentir es que se «sostenga un sector en crisis y deficitario con dinero público como pretende hacer la Xunta de Galicia».
Fuente Decanter
Sobrelías Redacción
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