Se acabó ProWein 2024 … ¿y ahora qué?
La reconocida por muchos como la mayor feria comercial de vino del mundo, ProWein, ha cerrado sus puertas en esta edición de 2024. Cerca de 50.000 profesionales acreditados ahn estado presentes en esta feria, de más de 130 países del mundo. Pero …¿y ahora qué?
En esta feria no creemos que se hayan contemplado las grandes tendencias del mundo del vino que están latentes en estos momentos:
- Sobreproducción de vino: se elabora más vino del que se bebe.
- Falta de profesionalización en el sector: muchas bodegas elaboran vino como segunda o tercera actividad económica de ingresos en su hogar.
- Reducción drástica del consumo: el consumo per capita continúa cayendo en picado en todo el mundo, mucho por temas de mejorar el cuidado de la salud.
- Premieurización del vino: ya que se bebe menos, la gente se «lanza» a por la compra de vinos un poquito más caros de lo que compraba, asociando mejor precio a mejor calidad.
- Falta total de una base de nuevos bebedores de vino jóvenes que sustituyan a los que van falleciendo.
Y tras una feria como esta, ProWein 2024, ¿qué se ha sacado en claro al respecto de estos puntos o tendencias?
Pues realmente nada. Ahora llegan los concursos de vinos, la «compra de medallas» para pegar en las botellas y conseguir así llamar más la atención de posibles compradores y poco más. No se atajan ni se ponen medidas de ningún tipo para solucionar un problema estructural enorme.
Ni la «lluvia» de dinero público para arrancar viñas, ni las ayudas pública «para maquillar» las ventas de las grandes bodegas (y que no caigan) que dan muchas AA.PP., ni los esfuerzos en campañas de marketing para captar a bebedores jóvenes, están funcionando. Más bien, es «tirar el dienro público por el retrete».
La duda es si ya lo hacen los responsables del mundo del vino a sabiendas de que da igual lo que hagan que los van a regar de dinero público a fin de año porque es un sector que no se puede dejar caer, o bien es que, queriiendo hacer las cosas bien, no son capaces. Nosotroscreemos más en lo primero, porque es imposible que se lleve dos décadas haciendo lo mismo, viendo que no funciona, y seguir en la misma linea.
Me ha encantado ver como muchas CC.AA. han «sacado de chequera» para llevar a las cuatro bodegas amigas a ProWein, a sabiendas de que es «dilapidar» dinero público. Me gustaría que se hiciera un referendum en esas comunidades y consultaran a los ciudadanos si estaban o no de acuerdo en destinar las ingentes cantidades de dinero que han destinado a que los amiguetes hayan estado 3 días de vacaciones a «cuerpo de rey» en Alemania a cargo del erario público.
Pero bueno, es algo que hastas alturas de la película no sorprende a nadie y que quien tiene padrino se bautiza, y el que no se da un cabezado contra la «pila bautismal».
Y no vamos a meter gasolina al incendio y describir la vergüenza realizada por alguna CC.AA. española soltando «dinero público como si no hubiera un mañana», dinero que a todas luces no va a tener ningún retorno o, en caso de haberlo, será mínimo.
En fin, no vamos a seguir «predicando en el desierto», porque las bodegas «de siempre», amigos de los poderes públicos, no están en el desierto, están en el oasis, eso sí, a base del dinero de todos los ciudadanos.

Sobrelías Redacción
Sobrelías Redacción