Se anuncian los cambios más significativos en las regulaciones de Jerez de los últimos 50 años
Se anuncian los cambios más significativos en las regulaciones de Jerez de los últimos 50 años. El Consejo Regulador de Jerez va a implementar los cambios más significativos en su normativa desde hace 50 años que son calificados como “un gran paso y un primer paso” por su presidente César Saldaña.
Se incluye la ampliación del área de producción de la DO, así como la inclusión de seis variedades de uva blanca prefiloxera: Beba, Cañocazo, Mantúo Castellano, Mantúo de Pilas, Perruno y Vigiriega. También se realizará un mapa actualizado y mucho más extenso de la Pagos de Jerez.
También hay cambios importantes en las clasificaciones de los vinos: el término Viñedos de Jerez Superior pasará a estar disponible para cualquier zona de la DO y no solo Jerez, El Puerto, Sanlúcar y Trebujena para los vinos que cumplan un criterio técnico más que de origen geográfico. Se ha creado la nueva categoría de Fino Viejo, para vinos con al menos siete años de crianza, y también se requerirá que un vino Manzanilla Pasada tenga un mínimo de siete años de crianza.
En el ámbito vitivinícola ya no será necesario fortificar los vinos si alcanzan el nivel de alcohol requerido de forma natural en la etapa de fermentación. Esto es particularmente significativo, ya que significa que los vinos no fortificados ahora estarán sujetos a las regulaciones de DO.
Al comentar los cambios, Saldaña dijo: “El objetivo detrás de las modificaciones es diferenciar las cualidades de estos apasionantes vinos y acercarnos al mundo del vino. Si el jerez ha despertado más interés en los últimos 10 años es porque la categoría ha ganado en sofisticación gracias a pagos, en rama, etc. nos ha permitido acercarnos a los consumidores que buscan un producto de valor agregado. Estos elementos deben integrarse en las regulaciones de DO para permitirnos hacer cumplir la diversificación (del jerez)».
Y podría haber más cambios por venir, como confirmó Saldaña: “Hay algunas cosas pendientes, incluida la posibilidad de abrir la DO a los vinos sin crianza”. Tal movimiento equivaldría a un cambio dramático para el Jerez y, comprensiblemente, tiene tanto a sus partidarios como a sus oponentes.