Cuándo decantar un vino
Cuándo decantar un vino es una de las preguntas que los que se inician en el mundo del vino siempre se hacen. Y es que ‘lo de decantar’ el vino es una tendencia que se puso de moda en el siglo XVII cuando lo importante era el recipiente (afán de lujo) en lo que se servía y no la botella. Siglos después se decanta el vino para mejorar las sensaciones que nos puede dar el vino en su cata.
Hablar de decantar un vino es, en principio, por dos razones. La primera es porque tenemos un vino muy viejo ya que, por ejemplo, la mayoría de los vinos tintos de más de cinco años desarrollan un depósito o posos. Si hablamos incluso de vinos de más de 20 años, aun es mejor incluso emplear decantadores más pequeños.
La segunda es al abrir un vino tinto de media crianza o artesanal. Los primeros ganan (los que menos) cuando entran en contacto con el oxígeno, y es en estos casos es cuando recomendamos un decantador amplio en la base, que permita incluso echar toda la botella. Los segundo son vinos en los que en muchas veces no se filtran cuando son embotellados, para conservar así más la esencia de la uva y de su elaboración. Al decantarlo conseguimos que los posos se queden en el fondo del recipiente y poder así servirlos luego en la copa sin que resulten molestos.
Pero si no queremos tener en cuenta la edad de la botella, ya que en ocasiones dependen de la guarda que haya tenido, podemos elegir cuándo decantar un vino en función del color. Si el vino tiene un color bastante profundo, o es una añada que ha recibido buenas críticas en su día por un crítico, muy probablemente mejorará si lo decantamos. Los taninos, que dan lugar a sedimentos en la botella, están más presentes en vinos con colores intensos y profundos.
Y decantar vinos blancos
Hay quien dice que los vinos blancos no ganan si se decantan. Cuando se trata de vinos blancos jóvenes, sin crianza, lo cierto es que la falta de complejidad hace que no sea necesaria su decantación,
Pero si estamos ante vinos con crianza sobre sus lías, principalmente además con crianza en barrica, el decantarlo sin duda es beneficioso para una óptima cata, ya que su complejidad se abre mejor cuando entra en contacto con el oxígeno al introducirlo en el decantador.
En especial los espumosos
Los vinos espumosos tienen un punto a su favor para ser decantados, pero hay que hacerlo de una forma diferente. Y es que cuando tenemos por ejemplo un champagne reserva o gran reserva, complejo, el decantarlo puede hacer que las sensaciones de su cata sean realmente diferente de las que nos da tras servirlo en copa y probarlo. Pero, eso sí, se decantan de forma diferente.
Los vinos espumosos vino espumoso deben utilizar un decantador bastante pequeño y estrecho. Además, debemos enfriarlo previamente, porque si no lo hacemos, todas las burbujas saldrán y el vino estará plano cuando se sirva.
Cuánto tiempo esperar tras decantarlo para catarlo
Los tiempos mínimos necesarios tras decantar el vino y su cata oscilan según los vinos. Un plazo de entre 15 y 20 minutos ya dan muy buenos resultados para vinos que no tengan demasiada edad ni demasiado paso en su crianza por barricas de madera.
Pero si vamos con vinos de mayor edad, de cinco años en adelante, si que es recomendable el esperar al menos una hora entre su decantación y su degustación. Y es que el que el vino se abra (oxigene) de forma lenta y pausada, es algo que beneficia muchísimo a este tipo de vinos.
Cómo aprender más de vinos con la decantación
Pues muy sencillo, y a modo de consejo, si tienes un vino te gusta, prueba a abrirlo, servirte una copa y decanta media botella y espera entre 15 y 30 minutos para poder disfrutar de otra copa. Las sensaciones que tendrás puede que te sorprendan y sean diferentes, pero lo que te permitirá, con total seguridad, es aprender mucho sobre el comportamiento de los diferentes vinos que nos podemos encontrar en el mercado.