Conocemos el Barolo

Conocemos el Barolo

Para muchos el Barolo es reconocido como el gran vino italiano, su vino por excelencia, que se obtiene exclusivamente de uvas Nebbiolo. Son vinos que no pueden faltar en cualquier vinoteca que se precie de ser un amante y coleccionsta de los buenos vinos.

Tiene su origen en el corazón de las colinas de Langhe, a pocos kilómetros de la ciudad de Alba, en un área formada por 11 municipios caracterizados por sugerentes paisajes montañosos, cincelados por la mano experta del hombre y custodiados por imponentes castillos medievales. Lo que desde entonces se ha convertido en un vino mundialmente aclamado lleva el nombre nada menos que del castillo de Barolo.

La Morra, Monforte, Serralunga d’Alba (con su fortaleza militar que se eleva entre las colinas), Castiglio Falletto (la torre redonda pertenece a lo que todavía es una mansión privada), Novello y Grinzane Cavour son todos los municipios centrales de la zona de Barolo. También se incluyen en el área partes de Verduno, Diano d’Alba, Cherasco y Roddi (con su castillo actualmente en restauración).

Historia del Barolo

Barolo nació gracias a la determinación de Camillo Benso, conde de Cavour, y Giulia Colbert Falletti, última marquesa de Barolo. Este vino excepcionalmente rico y armonioso se produjo por primera vez a mediados del siglo XIX y llegó a convertirse en el embajador de Saboya Piamonte en todas las cortes europeas.

Junto a Barbaresco vivió todos los hitos promocionales del siglo XX, desde la asociación “Pro-Barolo” hasta la fundación del Consorcio para la obtención de Doc y Docg y la implantación del Plan de Control para la Certificación solicitado por la Unión Europea en 2005. La última iniciativa importante que benefició a Barolo fue su delimitación y formalización en el pliego de condiciones de producto Menzioni Geografiche Aggiuntive (menciones geográficas adicionales) en 2009, dos años después de Barbaresco.

Esto no constituye una interpretación del prestigio de “Crus” (que tiene lugar en otros lugares), sino que sirve para regular los innumerables nombres de localidades utilizados en la etiqueta. Con la ayuda fundamental de los Municipios, el Consorcio superó numerosas situaciones de incertidumbre y controversia para establecer un hito para futuras evoluciones. La estructura es lo que hace que Barolo sea tan importante: expresa un bouquet complejo y envolvente, capaz de evolucionar con el tiempo sin perder sus atractivas características organolépticas.

Características de los vinos Barolo

El “rey de los vinos, el vino de reyes” surgió de la estrecha relación entre las cualidades intrínsecas del vino y los gustos nobles del siglo XIX. Es de color rojo rubí pleno e intenso, con un aroma afrutado y especiado. Su aroma y sabor tienen notas que recuerdan a pequeños frutos rojos, cerezas en espíritu y confitura, junto con toques de rosa y violeta marchitas, canela, pimienta, nuez moscada, vainilla y, a veces, incluso regaliz, cacao, tabaco y cuero. Debe envejecer al menos 3 años, uno y medio de los cuales en madera de roble, y al menos 5 años para poder llevar la etiqueta “Reserva”.

Al igual que el Barbaresco, algunos son más tradicionales y otros más internacionales, con un uso diferente de pequeñas barricas. Las diferencias están disminuyendo a medida que la producción gravita hacia un equilibrio sobrio. Ligeras diferencias hacen de Barolo un concierto de voces de calidad superior.

Ya agradable después de 4-6 años, culmina después de 10 años de crianza y sigue siendo excelente incluso después de 20 años o más. Obviamente todo depende de la añada, que puede ser perfecta o desafortunada, como fue notorio el caso en 1977, cuando se tomó la decisión de no producir Barolo, o en 2002, cuando la lluvia y el granizo presionaron seriamente la experiencia de los viticultores.

Existen numerosas oportunidades para saborear el Barolo en su tierra natal: la “Strada del Barolo” es una ruta que atraviesa varios productores; Botteghe Comunali en Serralunga, Diano d’Alba, Castiglion Falletto; la Bodega Municipal de La Morra, la Bodega Grinzane Cavour (con su panorama central de la zona) y la Bodega Barolo que pronto albergará un Museo del Vino de inmenso valor. Otras ubicaciones, incluidas propiedades privadas, se encuentran repartidas por todos los municipios; Los viñedos también acogen cada vez más a los visitantes. Por este motivo se ha creado el servicio Piemonte On Wine, descrito en el capítulo Redes Locales.