Las Martas 2018, Bodega San Gregorio

Empezamos la cata con la fase visual, donde encontramos un vino color púrpura y de ribete cereza, con una capa muy alta y densidad media, de mucha lágrima destacando ser muy limpio y brillante.

En nariz estamos ante un vino extremadamente complejo, recién abierto destacan aromas a hojas secas, notas ahumadas e incluso carnes, que mientras pasa el tiempo y el vino se abre, se transforman en nota de tabaco de puro, vainilla, monte bajo y menta.

En boca hablamos de un vino de entrada potente, sin llegar a lo desagradable. La primera sensación que nos transmite, es su marcada acidez; que combinado con su tanicidad y estructura, nos deja ver, que tiene gran recorrido en botella.

En la fase retronasal la menta de la fase olfativa, se transforma en eucalipto y aparecen notas de jara, conservando toda esa complejidad anteriormente mencionada. Para acabar consta con un postgusto largo.