Maridando cava y chocolate
Bienvenidos, lectores. Hoy vamos a disfrutar de un maridaje que muchos no dudarían en tildar de sorprendente y otros tantos de locura. Hoy vamos a maridar vino y chocolate. Y más concretamente, uno de los estilos de vinos más famosos del mundo: los espumosos.
Antes de nada, habría que aclarar para los nuevos en la materia, que un maridaje no es más que la conjunción de dos productos, habitualmente una bebida y un plato o ingrediente.
Pero entonces… ¿cada vez que acompaño cualquier comida con una bebida, estoy maridando? Técnicamente sí, pero la gracia está en encontrar productos que vayan bien juntos: que se complementen, que nos realcen notas que estaban escondidas, o que simplemente, nos hagan la experiencia más agradable.
Ahí, es donde el maridaje adquiere toda la magia y el esoterismo del que está bañado por los expertos en la materia. Y ahí, es donde nos gusta jugar a los amantes de las innovaciones.
En el maridaje de hoy, vamos a probar algunos chocolates de la prestigiosa marca Trapa, que atesora más de 100 años de experiencia elaborando chocolates en España. Concretamente vamos a sorprendernos con la nueva gama de tabletas Trapa «Collection», compuesta por cinco referencias, tres de chocolate negro con distintos porcentajes de cacao (95%, 85% y 74%), y dos de chocolate con leche, pensadas todas ellas para encandilar a los paladares más exigentes.
Al otro lado del “ring” podemos encontrar el “Rosé Delicat” de Vilarnau, un Cava ecológico, elaborado a partir de garnacha y Pinot Noir, con más de 15 meses de crianza en la botella. La bodega pertenece al grupo “Gonzalez Byass” y se encuentra ubicada en el corazón del Penedés, muy cerca de Barcelona.
El punto llamativo de este maridaje viene desde la propia elaboración del Cava, ya que se elabora, con las uvas muy poco maduras, buscando aportar frescura, acidez y vivacidad, algo que siempre compagina muy bien con las notas dulces y las muy sabrosas, signo de identidad de los chocolates que tratamos hoy.
La cata empezó probando el chocolate blanco con el Cava, y desde el principio se notó que funcionaban genial. El puntito graso del chocolate blanco, se equilibraba muy bien con la frescura anteriormente mencionada, el punto espumoso nos servía además, para “limpiar” la boca después de cada trago y hacer mucho más apetecible otro justo después.
El siguiente en ser probado fue el chocolate 74% con frambuesa, algo que ya de por sí, funciona muy bien solo: notas amargas, notas acidas, notas frutales… Estos tres puntos no hacían más que potenciarse cuando tomábamos un trago del Cava, ya que este Rosé, si por algo se caracteriza, es por las notas frutales. Por lo que volvía a producirse un maridaje excepcional, esta vez por la potenciación de las características iniciales del chocolate.
Por último, se degustó el chocolate 95%. Este chocolate, es un homenaje a los muy amantes de los chocolates. Tiene todo lo que esperas de un gran chocolate negro: aromas potentes, secante en boca, muy sabroso y largo… Y en este caso, el Cava nos funciona muy bien, haciendo de contrapunto del amargor y generando muchas más ganas de repetir todo.
Como apunte final, los productos que para mí mejor funcionaron fueron el chocolate blanco con el Cava, ya que daban un maridaje mucho más completo: acidez, dulzor, untuosidad y sabor. Todo esto hacía que la experiencia fuera mucho más satisfactoria.
Hay que empezar a rehuir de la idea general que existe, sobre los Cavas, Champagnes o demás espumosos, como meros acompañamientos para postres o productos de brindar. Ya que tienen mucho potencial, tanto para maridajes ocurrentes, así como para acompañamientos en platos principales, o incluso como aperitivo.
Así que espero haber sembrado una pequeña semilla en vuestro cerebro con este maridaje de cava y chocolate y que os pique la curiosidad por abriros una botella de espumoso próximamente junto a algún plato tradicional. ¿Qué podría ser? ¿Pato, arroz, pescado, cerdo? Os espero en la próxima.

Jaime Salinas Loaisa
Técnico en laboratorio y producción vinícola.
En mis ratos libres ejerzo de sumiller.
Fanático de la gastronomía y la enología.
En constante aprendizaje.