Conocemos Bodega Sei Solo

 3,496 Lecturas

Bodega Sei Solo

Hoy os queremos acercar un proyecto del que teníamos constancia hace tiempo pero el que no habíamos podido visitar y conocer con mayor profundidad hasta hace unos días como es la Bodega Sei Solo. Igual puede que por el nombre os suene poco, pero si os indico que se trata de un proyecto familiar encabezado por Javier Zaccagnini, que fue director de la Ribera del Duero y socio y fundador de bodega Aalto, igual os suena más. Junto a Javier, su hijo Michael es otro de los presentes en el proyecto de Bodega Sei Solo, con lo cual estamos ante lo que esperamos que sean solo los primeros pasos de un proyecto familiar que pornot sea de reconocimiento nacional e internacional.

En este nuevo proyecto que lleva en marcha desde 2007 más o menos, aunque empezó a crecer cuando Javier se dedicó a pleno al mismo a partir de 2013, se ubica en la localidad de La Horra (Burgos) y tiene como objetivo la elaboración de vinos diferentes dentro del estilo o cánones de Ribera del Duero, más orientados a sus propios gustos personales, donde prefiere mostrar la finura y la elegancia como factor destacado de los vinos, aunque esto supusiese reducir su estructura, reduciendo la presencia de la madera y, por lo tanto, con menos potencia de los taninos.

Por eso, desde 2007, tras diferentes pruebas, la primera añada de su primer vino vio la luz en 2011, Sei Solo.

Historia de Bodega Sei Solo

El nombre de la bodega, Sei Solo, viene de la afición a la música de Javier. Siendo Johann Sebastian Bach su compositor favorito, en honor a sus sonatas de violín BMW 1001-1006 que se titularon Sei Solo, decidió poner ese nombre al proyecto. De hecho las etiquetas de sus vinos son letras manuscritas de J.S. Bach.

Nace el proyecto con 4 fincas adquiridas en la localidad de La Horra con viñas viejas de más de 60 años y ha ido creciendo con otras cinco arrendadas en la misma localidad, una de las cuáles se ubica en el Pago de Santa Cruz, donde parece ser que se sitúa la viña más vieja del pueblo con más de 90 años de edad.

Fincas con viñas de rendimiento muy bajos, tan solo 8000 kg en total (algunos años incluso menos) con un rendimiento medio de 1400 kg por hectárea.

Vinos con sentimiento

Se mantiene Bodega Sei Solo firme en que lo importante de los vinos es que reflejen el terruño de su procedencia y sean fiel reflejo del mismo. Javier afirma que mantiene esa idea bien presente durante la fermentación alcohólica, buscando que sea un proceso natural donde lo mejor es no intervenir si no es necesario, y tan solo ayudar a que todo vaya, con fluidez y sin altibajos, a donde debe ir.

Reconoce que hay una gran ventaja de este pequeño proyecto frente a los grandes en los que ha participado y es que pueden
estar atentos al momento perfecto de maduración y vendimiar en un solo día. Así, las uvas son llevadas inmediatamente a la bodega donde, tras ser enfriadas en una cámara frigorífica, son inspeccionadas en mesa de selección, despalilladas y sometidas a un suave estrujado.

Por gravedad son cargadas en cuatro pequeños depósitos de madera de 2500 kg de capacidad. No se efectúa sangrado de mosto, para no ganar concentración y no alterar la expresión natural de la añada. La fermentación se inicia espontáneamente por las propias levaduras autóctonas que las uvas traen del campo. Nunca se siembran levaduras comerciales.

En cada uno de estos cuatro depósitos (a los que denomino Z-1, Z-2, Z-3 y Z-4) se encuban unas viñas concretas, de modo que a lo largo de los años puedo ir haciendo un seguimiento de la diferente personalidad y estilo de cada una de las viñas.

Dependiendo de la evolución diaria de densidades y temperaturas, efectúo bien bazuqueos manuales o bien ligeros remontados, hasta obtener con gran naturalidad el fin de la fermentación y dejar el vino muy seco (menos de 2 gr de azúcares residuales por litro).

Ya obtenido el vino joven, se descuba a barricas francesas de dos años y no se añade nada de vino de prensa, de nuevo buscando no ganar concentración y preservar la elegancia. Estas barricas se trasladan a una nave subterránea, que en esa época del año (noviembre) se encuentra a 10ºC de temperatura, y ahí reposan, sin sulfitar, entre uno y dos meses a la espera de que la fermentación maloláctica arranque naturalmente. Este proceso, muy lento y natural, se prolonga hasta abril o incluso mayo. 

Sus vinos

Sei Solo 2016

A pesar de que toda la uva procede de un solo municipio, dada la interesante variación de suelos de La Horra, las diferentes orientaciones de cada viña y el tipo de Tempranillo de cada una, al final del proceso de crianza cada lote tiene su propia personalidad. Catando todas las barricas, se seleccionan aquellos litros que considera Javier que representan la expresión del vino que desean hacer, en cuanto a finura, elegancia, precisión y equilibrio, y esos litros se embotellan Sei Solo.

El conjunto de las demás barricas se embotellan como segundo Preludio de Sei Solo:

Preludio de Sei Solo 2016

 

Ambos están elaborados en un 100% con tinto fino (tempranillo), la fermentación se realiza de forma espontánea en tinos de madera y la crianza en barricas nuevas y usadas que van de los 228 a los 600 litros.

En su cata percibimos claramente que son vinos de un estilo es más delicado del esperado en La Horra,  y en general en Ribera del Duero, vinos más personales que sin duda embriagan al realizar su cata y te sorprenden por su diferenciación con la mayoría de los vinos de esta denominación de origen.

Predominan en ambos vinos la presencia de los aromas y sabores primarios de la fruta, con una notas florales y maderas muy discretas, aunque los vinos tienen notable profundidad y complejidad. Son un excelente reflejo del terruño del que se elaboran.

Ambos vinos presentan una gran diferenciación sobre todo en el paso por boca, donde los taninos están muy finos, extremadamente trabajados, lo que se percibe como un gran trabajo del enólogo buscando algo muy personal y diferenciador.

Vinos realmente diferentes dentro de la inmensidad de Ribera del Duero que hay que catarlos para ver que no solo la madera es necesaria para elaborar vinos con fuerza, carácter y profundidad. Las cosas bien hechas se ven en seguida, sin tener que ser siempre elaboradas de la misma forma.

Sobrelías Redacción

Sobrelías Redacción

29.572.355 Lecturas